Aconteció que cuando el Yo se dio cuenta de la suplantación, ya era tarde: el Tu no podía cambiar por más que quisiera.
Asi es que pasó lo que tenía que pasar...
La vida no se mide por las veces que respiramos... sino por los momentos que nos dejan sin aliento
Pues no es tan churro como pensaba... uhmmm... tendré que mejorar
Y, genial, se llega al odio al trabajo mediante su elogio... a través de la literatura y con ayuda, ésas que no falten, de las maths.
Es uno de esos libros que, como por casualidad, caen en tus manos, y ya desde la primera línea te atrapa. Todo un mundo de sensaciones, de emociones, pinceladas puntillistas enmedio de un mundo obtuso. Un rayo de luz que atraviesa la ciudad, hoy particularmente sucia. Me he dejado atravesar; he nadado en ese océano; me he deshecho; me he recompuesto; he cerrado y he abierto; he... sentido...
Es duro recordar que el día de hoy no volverá. Que el momento es ahora y el lugar es aquí, y que no hay segundas oportunidades para un momento único.
Pues eso.
No vale la pena llorar sobre la leche derramada