Estoy en el centro, pero ojo, en el ojo del huracán.
Me rodea la mentira: mire donde mire, allí está, bien instalada, acomodada y feliz, ella, negra y asquerosamente hermosa, porque su hermosura está también revestida de mentira, es mentira.
Me asqueo, me falta el aire, me entristece y me vuelvo a entristecer.
Me asqueo, me falta el aire, me entristece y me vuelvo a entristecer.
Qué lástima, una vida fundada en la mentira...¡qué lástima!