Abro la ventana para respirar.
Tengo la mochila casi preparada. ¡Vaya! Aún queda algo de espacio libre para guardar también en ella parte de la rebeldía y un cuarto de desencanto.
Preparadosss... listossss.... ¡¡la lanzo con todas mis fuerzas!!
Adiós a todo aquello que me daña.
Buenos días, felicidad.