Dime, ¿qué hay aquí cuando ya no hay nada?
Dime, ¿qué hago aquí si no hay nadie?
La triste canción de siempre ya no retumba en tus oidos, caídos, ilusos, indiferentes al fin.
Dime, ¿qué hago aquí si no hay nadie?
La triste canción de siempre ya no retumba en tus oidos, caídos, ilusos, indiferentes al fin.
Nadie es nunca inocente del todo.
Pero, ¿y culpable? ¿Hay alguien culpable de tanto miedo como sentimos -o como nos quieren hacer sentir?
Mery había conseguido dominar la limitación de un pensamiento, ¿era, por eso, culpable?
¿O también era culpable de haber sabido respetar un duelo?
No seré yo quién la culpe.