Vivir, sentir, soñar... todo, lo quiero todo.
Incluidos esos sueños, pesadillas más bien, que me intimidan y me asustan, zarpazos, despropósitos, y retos, de nuevo, retos.
No voy a perderme nada. Nada.
La vida no se mide por las veces que respiramos... sino por los momentos que nos dejan sin aliento