domingo, 14 de agosto de 2011

Y...


... lo he terminado.
La verdad, el final me ha decepcionado un petit peu. El punto romántico era totalmente previsible y me da la impresión de que fue acabado deprisa y corriendo.

En líneas generales, es un libro entretenido, bastante bien escrito -pero sin más pretensiones-; creo que plasma realmente la sociedad, alta sociedad, del momento y que para nada se hace pesao ni cargante.

Sin embargo, por los comentarios que he oido, esperaba algo más.

Acabo de empezar otro: La pasión, de Jeanette Winterson. Veremos...


Ándese con cuidado, plumilla, que esta criatura lleva ya muchas fatiguitas
en la chepa. A ver si va a venir usted a camelársela con sus aires de forastero con parné,
y al cabo me la va a hacer de sufrir,
porque como se venga arriba y se le ocurra machacarla nada más que una miajita,
aquí mi primo el bujarrón y yo hacemos un encarguito en un amén,
y una noche de éstas igual le sacan una faca por cualquier calle de la morería y le dejan el lado bueno de la jeta como el pellejo de un guarrillo, marcadito para los restos,
¿le ha quedado claro, mi alma?