Debo reconocer que pensaba que, una vez de vuelta, mis visitas superarían el umbral de los dos mil. ¡Tontería más gorda, pondió!
Pero, ¿cómo pueden visitarme si no me dejo ver en ningún otro blog, y mis entradas tampoco es que sean "excitantes"?
Es cierto que ultimamente voy dejando mijitas mías en estas entradas; cada vez, más. Sin embargo, mi... vamos a llamarle... "timidez"... hace que comente en otros blogs como "Anónimo", o parecido, sin nexo de unión con este blog -alguna que otra vez, ha sido posible ser conocida por el dueño del blog y sólo por él.
Está muy bien tener un blog en el que poder expresarme o dejar las notas que me resultan interesantes y no quiero perder, en lugar de escribirlas de puño y letra en cualquier libretilla. Me gusta. Me interesa. Voy a seguir haciéndolo.
En cuanto a las visitas, es cierto que me gustaría ser comentada, más que nada, porque el diálogo es fundamental en la comunicación. Pero... pero... valoro en demasía mi anonimato -por el momento- y así continuaré.
Y a todos los que os acercais a este espacio, sed bienvenidos, y espero que os resulte agradable el paseo.