domingo, 5 de junio de 2011

El deporte nacional: La envidia




Entre los desórdenes del alma, la envidia es el único inconfesable (Plutarco)

La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren. (Arthur Schopenhauer)

En cuanto nace la virtud, nace contra ella la envidia, y antes perderá el cuerpo su sombra que la virtud su envidia. (Leonardo da Vinci)

4 comentarios:

Mtu dijo...

El deseo, ese sentimiento que se acomoda ocupando todo lo disponible. Hace mella si se le da tregua. Además, es insaciable: una vez obtenido el objeto, inmediatamente nace otro que lo sustituye, mucho más urgente, más necesario, vital... Horas que vuelven a marcarse hasta el infinito en un reloj sin dueño, porque su dueño, o sea tú, está durmiendo profundamente.
Úrgate en las entrañas y reconoce el verdadero sentido de tu vida; atrévete; hay que ser valiente...

Anónimo dijo...

¿Tengo que darme por aludido? Malinterpretas mi actitud, si te refieres a lo que creo. ¿Envidia? No ¿Valiente? Tampoco. Tú misma.
¡Ostras, qué sueño me ha entrado! X X X

Anónimo dijo...

¿Cómo decirte que lo siento?

Mtu dijo...

Lo has hecho hasta la saciedad, y no hacía ninguna falta, ya lo sabes.
La copa de un pino... jajajaja....

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