Qué fuerza puede tener una simple frase... Ella, por sí sola, hace posible cambiar la visión de la vida.
Y, entonces, yo me pregunto: ¿qué poder puede llegar a tener uno mismo?
La vida no se mide por las veces que respiramos... sino por los momentos que nos dejan sin aliento
2 comentarios:
¿Quién nos creemos que somos para poner en nuestra boca tales palabras? Somos idiotas, unos simples y llanos idiotas si no nos respetamos y respetamos los tiempos, lugares y vidas del resto de los mortales... ¡por favor!
Ya está bién de soberbia. Por un día, ¡¡ya está bién!!
¿Ves? Ayer, una frase engrandecía el Universo. Hoy, un comentario incoherente deshace el hechizo. Es eso: sólo un hechizo. ¡Je! Me dejo convencer tan facilmente por palabras, simples y llanas palabras... ¡aprenderé, je, algún dia! Algún día de éstos... ¡y sin acento, plis!
Publicar un comentario