El miedo se expande con su onda contagiosa como una plaga, exterminando esperanza, pasión, amor... Quema todo, pudre todo, estropea todo, escogorcia -como díria Mery- todo.
Yo estoy harta.
De tanto miedo: a la vejez, al futuro (¿seremos idiotas?), al no-tener, al no-poseer, al dolor, a ¿perder? yo qué sé cosa, a... a las historias que nos creamos con este pensamiento nuestro tan versátil.
Estoy harta de tanto cobarde.
Estoy harta.
2 comentarios:
Mi chispita de humor no tiene miedo, ninguno. ¡Cómo me la maravillaría yo! ¡¡Je!!
A veces... veo miedos por doquier... ¡hasta yo misma me azusto! Y al compromiso, sí, sí, al compromiso también... de cualquier tipo, ojito al dato.
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