Ay, cuántas cosas me pierdo por ser como soy...
Ay, cuántas cosas te pierdes por querer ser como pretendes ser...
Ay.....................................................................
Ni eres quién pretendes ser,
ni eres quién quieres ser,
eres... quién eres
Y, que sepas, que me enorgullezco de tí,
aunque no signifique nada, porque no lo significa,
y, a pesar de tu indiferencia, de tu sí-pero-no,
sigo donde quiero estar, libre, sencilla, educadamente poderosa, fiel...
seguro que no lo entenderás; no, después de saberte. Y, sin embargo, así es.
A pesar de tu indiferencia que sabe a miel,
mi querido, ¡sírvete a gusto! Pero no te equivoques...