Me escapo y alejo de mi vida diaria.
Nuevos paisajes y caras.
Curiosidades, imágenes y nuevos retos.
Enturbio mi agua,
para no ver,
ni sentir.
Y, cuando el fondo pueda verse de nuevo,
entonces,
estaré preparada.
Por fin.
La vida no se mide por las veces que respiramos... sino por los momentos que nos dejan sin aliento
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