viernes, 15 de enero de 2010

El poder del Ahora




La autoobservación permite la entrada automática de más presencia en tu vida. En el momento de darte cuenta de que no estás presente, estás presente. En cuanto eres capaz de observar tu mente, ya no estás atrapado en ella. Ha entrado en juego otro factor que no es mental: la presencia del testigo.


No juzgues ni analices lo que observas. Contempla el pensamiento, siente la emoción, observa la reacción. No las conviertas en un problema personal. Entonces sentirás algo más poderoso que cualquiera de las cosas observadas: las presencia misma, serena y observante, que está detrás de tus contenidos mentales: el observador silencioso.


La identificación con la mente da a ésta más energía; la observación de la mente le quita fuerzas. La identificación con la mente crea más tiempo; la observación de la mente te abre a las dimensiones intemporales. La energía retirada de la mente se convierte en presencia.


Esto no reduce tu capacidad de usar tu mente: de hecho, la aumenta. Cuando utilices la mente, ésta estará más enfocada. Se es más libre del tiempo psicológico.




Eckart Tolle, "Practicando el poder del ahora"

domingo, 10 de enero de 2010

La sencillez del amor


El amor es absolutamente simple. Si eres un mero círculo plano, cualquiera puede entrar y alcanzarte. Si eres un objeto complicado, con miles de ángulos, ¿quién puede tocarte? Si eres plano, ofreces tus manos abiertas y te unes al otro. Ése es el significado de darse la mano: "Estoy contigo, somos uno".


El dolor es necesario


Sin experiencias dolorosas, ni siquiera tú puedes cambiar. Acoge el dolor: sólo si lo acoges con agradecimiento te aportará beneficios. Si, por el contrario, te limitas a sufrir y a quejarte por cualquier acontecimiento negativo, demuestras que eres inconsciente: intentas anestesiarte, te vuelves incapaz de beneficiarte. Al final del dia estás tan aterrorizado ante la idea de vivir otra experiencia dolorosa que no consigues avanzar hacia la via auténtica.