martes, 26 de octubre de 2010

Poesía andalusí


No me tachéis de inconsecuente porque mi corazón
haya sido apresado por una voz que canta:

Hay que estar serio unas veces y otras dejarse emocionar;
como la madera de la que sale lo mismo
el arco del guerrero que el laúd del cantor.

Del alfaquí cordobés Ibrahim Ben Utman (siglo XII)


Hice del desapego mi castillo y mi coraza,
no quiero disfrazarme de víctima de la injusticia.
Más que la opinión general
procuro mi virtud sin descanso.

Estando firmes mi religión y mi honor,
en nada tengo lo que se va de mi lado.

El ayer se fue, el mañana no sé si lo alcanzaré
¿de qué voy a afligirme?

De Ibn Hazm (Córdoba, 1022)