jueves, 17 de junio de 2010

Transformación de adversidades




Una lechuza y una tórtola se habían hecho buenas amigas. Un día, la tórtola vio cómo su compañera se preparaba para marcharse, por lo que le preguntó:

- ¿Es que te vas, amiga mía? ¿Adónde?

- Muy lejos de aquí -respondió apenada la lechuza.

- Pero ¿por qué?

- Porque a la gente de este lugar no le gusta mi graznido; se ríen, se burlan de mí y me humillan.

Después de cavilar unos instantes, la tórtola dijo:

- Mira, amiga querida, si puedes cambiar tu graznido, es buena idea que te vayas, aunque entonces ya no necesitarías hacerlo. Si por el contrario no puedes cambiarlo, ¿qué objeto tiene que te mudes? Allí donde acudas encontrarás también gente que no guste de tu graznido. ¿Qué harás entonces? ¿Volver a mudarte? Es mejor que permanezcas aquí y no pierdas tu armonía y equilibrio porque a algunos no les guste tu graznido. Ramiro Calle.


Propiciar equilibrio, resistencia pasiva y ecuanimidad. Aun en la inarmonía hay que poner los medios para hallar ecuanimidad.


domingo, 6 de junio de 2010

Descanso



Me escapo y alejo de mi vida diaria.
Nuevos paisajes y caras.
Curiosidades, imágenes y nuevos retos.
Enturbio mi agua,
para no ver,
ni sentir.
Y, cuando el fondo pueda verse de nuevo,
entonces,
estaré preparada.
Por fin.

miércoles, 2 de junio de 2010

¿Quién es quién?


Me pregunto: Si la mayoría de la gente que me rodea tiene un concepto distinto de lo que es la amistad, ¿significa eso que yo soy la equivocada?

Analizando someramente la cuestión, es posible que esa aseveración sea cierta. Y, eso, es democracia, supongo.

Sin embargo, la mayoría no ostenta la verdad por el simple hecho de ser mayoría. La verdad, o la Verdad, es otra cosa, creo. Y dónde está la verdad es una cuestión de no facil resolución, y que la mayoría no asegura.

Por tanto, lo que es la amistad, mejor dicho, lo que para mí significa amistad puede o no coincidir con la mayoría, contigo que me lees, pero eso no quiere decir que sea yo la equivocada. Demuéstrame tú que estoy sumida en el error más errático que existe.