viernes, 30 de septiembre de 2011

La pasión

No tiene sentido amar a alguien con quien jamás podrás despertarte por la mañana, salvo por casualidad.

Mi corazón es un órgano de fiar, de lo contrario, ¿cómo podría ser corazón? Mi corazón cotidiano y esforzado, el que se reía de la vida y no revelaba nada.

Se juega, se gana, se juega, se pierde. Se juega. Lo que se arriesga indica lo que se valora.

Pero al parecer, somos lo que aparentamos. Qué absurdos se vuelven nuestros odios cuando solo podemos reconocerlos en las circunstancias más obvias.

Cuando sueño con un futuro en sus brazos no hay días nublados, ni siquiera un resfriado y, aunque sé que es un disparate, creo sinceramente que seríamos felices para siempre...

Sin palabras, ella me revela mi propio ser. Igual que los genios, ignora lo que hace.


Es uno de esos libros que, como por casualidad, caen en tus manos, y ya desde la primera línea te atrapa. Todo un mundo de sensaciones, de emociones, pinceladas puntillistas enmedio de un mundo obtuso. Un rayo de luz que atraviesa la ciudad, hoy particularmente sucia. Me he dejado atravesar; he nadado en ese océano; me he deshecho; me he recompuesto; he cerrado y he abierto; he... sentido...

Es duro recordar que el día de hoy no volverá. Que el momento es ahora y el lugar es aquí, y que no hay segundas oportunidades para un momento único.

Pues eso.