miércoles, 21 de julio de 2010

El mono


Era un mono muy fuerte.
De repente, se encontró encerrado en una habitación sin ventanas ni puertas. Estaba desesperado y, para salir, se lanzaba durante días y días contra uno y otro muro.
Cuando comprendió que no podía salir, se tumbó en el suelo, se distendió y se sosegó.
De súbito, se halló fuera de la habitación.
Ramiro A. Calle.

2 comentarios:

Mtu dijo...

La mente se empeña en obligar a la vida a que vaya por un determinado camino. Es una ilusión.

Anónimo dijo...

La mente es la que no me deja comprender que todo es lo mismo; es ella la que me obliga a enredar las cosas, a dejar a un lado la sencillez. Y mi mente no soy yo.
Mi mente me obliga a parapetarme detrás de un muro, para no ser vista. ¿A qué temo? ¿Qué puedo temer si formo parte de aquello que temo? Jo, me harta tanta contradicción...

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